12 jul 2010

Mi madre: Un análisis lingüístico.

Ahhh, mi mamá. Es tan sabia y tan honesta. Tan brutalmente honesta. Si algo no le gusta, ten por seguro que lo sabrás. Es bien sincerota pues. Y eso me encanta de ella. Pero lo que más me encanta son las palabras y expresiones que usa. No las he escuchado en ningún otro lado, sólo cuando yo misma las digo, así que creo que se merecen una compilación.

Tramafaz (con la variante Tamafaz)

Definición de Lucía: Un ataque, probablemente de nervios. Sinónimo de soponcio.

Definción de la RAE: No existe.

Ejemplo: "Resulta que zutanita está embarazada. Cuando se enteró le dio el tramafaz a la pobre."

Lo que se me viene a la mente al escucharlo:

Lo contrario de antifaz.


Atufado/atufarse

Definición de Lucía: Acción y efecto de enojarse.

Definición de la RAE:
Transtornar con el tufo (emanación gaseosa).

Ejemplo: "Lolita se atufó porque le dije que su perro olía feo ¿tú crees?"

Lo que se me viene a la mente al escucharlo:Una estufa del futuro, por alguna razón. La atufa 6000 flota sobre la mesa.

Vender piñas:

Definición de Lucía: El acto de criticar las acciones ajenas ignorando las propias. Sinónimo de ¡pues tú no cantas mal las rancheras!

Definición de la RAE: No existe, obviamente.

Ejemplo: "¿Qué yo estoy histérica? ¿YOOOO? ¡¡¡Y TÚ VENDES PIÑAS VERDAD!!!"

Lo que se me viene a la mente al escucharlo:


Un Bob esponja decepcionado porque no vendo piñas.

École:

Definción de Lucía: Expresión útilizada para celebrar sarcásticamente una respuesta correcta. Parecido a ándale, pero con un tono burlón.

Definición de la RAE: No existe.

Ejemplo:
-Yo: "Ahhhh, entonces la ropa va en la secadora
después de que la lavas?"
-Mamá: "¡Éeeecole!"


Lo que se me viene a la mente al escucharlo:


Sopa. Sopa de école. ¿Será porque école me recuerda a caracol y caracol me recuerda a ¡sopa de caracol, uhh! ?

Come churro (de uso un poco más frecuente) :

Definición de Lucía: Insulto moderado utilizado para descartar la opinión de la otra persona. Muchas veces esconde los deseos de emplar otro insulto mucho más fuerte. Es considerada como la forma educada de decir vete a la chingada y chinga tu madre.

Definición de la RAE: Debería existir. Estoy escribiendo un petición en estos momentos.

Ejemplo:
-Yo: "¿Quesadillas otra vez 'má?"
-Mamá: "Come churro."

Lo que se me viene a la mente al escucharlo:


El ratón de la bolsa de los churritos comiéndose un churro de azúcar mientras se fuma un churro de mota.


UPDATE: Me acordé de otra:

¡Ya salió el peine!


Definición de Lucía: Expresión utilizada para desenmascarar las verdaderas intenciones de alguien. Parecido a ¡con razón! Pero con más personalidad.

Definición de la RAE: Mi querida academia debería tener un apartado de frases maternas.

Ejemplo:
-Yo: "¡Esa blusa se te ve muy bien amá!"
-Mamá: "Mmjmm."
-Yo: "...........¿Me prestas 50 pesos?"
-Mamá: "¡Ahhhh ya salió el peine!"

Lo que se me viene a la mente al escucharlo:

Un peine undercover que salta de pronto de los arbustos.

Espero haber enriquecido sus vidas con esta fuente maravillosa de sabriduría léxica. Pueden googlear "léxica" si quieren, es válido.

7 jul 2010

10 cosas que he aprendido del D.F.

No acostumbro mucho publicar mi vida, pero estoy en una ciudad que no es la mía sin compas a quienes cargarles mis berrinches, (no, no es que no haya hecho amigos aquí, simplemente es que... bueno... pues...eeem.... es que.... son chilangos. No entenderían absolutamente nada de mis quejas. ¡Ja! ¡No soy tan antisocial como creíste! Joke's on you!) aquí es donde entra Mr. internet al rescate y con las esperanzas de que algún norteño me comprenda y que ningún chilango se ofenda, aquí están mis 10 cosas que he aprendido del D.F. sin ningún orden en particular. (inspirado por estos posts de un muy buen blog: primera y segunda partes)

1. Tienes que hacer fila para todo.
TODO. Nunca me ha molestado mucho hacer fila. Soy mucho más tolerante al respecto que la mayoría de las personas. Pero aquí la cosa se vuelve desquiciante. ¿Fila para el boleto del metro? La primera del día, no hay problema, vengo recién bañada y desayunada. ¿Fila para SUBIRME al metro? Está bien, digo son más de cien millones de personas que lo usan al mes, es comprensible (hablaré del metro más a fondo después). Llego a la escuela y hay fila para tomar el camión que me lleva a la facultad (hablaré más a fondo de la UNAM después). OK, me estoy desesperando. Voy a comer y hay para fila para pedir, para pagar, para recoger la comida y para ir al baño. Me-está-empezando-a-llevar-la-chingada. Entre la fila en el cajero y las filas del metro correspondientes para el regreso mi vena izquierda de la frente empieza a palpitar con fuerza. Y eso que no incluí las filas del cine (para CUALQUIER película, no nomás las populares) ni las de los bares (para CUALQUIER bar en una zona semi decente de la ciudad tienes que hacer fila para pagar por la entrada y entrar a estar parado contra la pared, porque al parecer "eso es lo que hace la gente linda". Cita textual de una chilanga fresa. Tugurios del mal, reitero mi amor por ustedes.)


Como en Disneylandia, pero sin un juego como recompensa, todos los días, todo el día. Crap.


2. El complejo de superioridad chilango es 100% cierto.

En la GRAN mayoría de los casos, depende a quién le preguntes. Lo que sí es cierto en todos los casos es que los que venimos de cualquier otra parte somos "provincianos" que venimos de"provincia" a buscar fortuna en la "gran ciudad". Analicemos esto un momento: primero, mi mejor amiga la RAE me ayudará con la definición de provincia: Cada una de las grandes divisiones de un territorio o Estado, sujeta por lo común a una autoridad administrativa. OK. Técnicamente tienen razón, PERO técnicamente ellos también viven en una provincia ¿no? ¿Entonces por qué somos nosotros los provicianos? ¿Eh, eh? Y tampoco es como si usaran el término para ser correctos, muchos le dan ese tonito especial de ayquélindopueblerino. Pero, para ser justos, también existe el chilango que adora cualquier lugar que NO SEA EL D.F. y que quiere salir desesperadamente del hoyo lleno de basura, hobos y vendedores ambulantes. Así que se compensa un poco.

3. El chilango promedio piensa que los todos norteños nos apellidamos De la garza,
usamos sombrero, botas, disparamos pistolas cuando estamos enojados (o felices) y (sobretodo si dices "Tijuana") tenemos amigos, parientes o novios narcos. Nos tienen clasificados de atrabancados, gritones y bigotudos. Y me sorprende mucho porque hay mucha gente del norte viviendo aquí, ya deberían saber qué pedo. La mitad de las personas que se enteran que soy de Tijuana piensan que huyo despavorida de las balaceras y de las montañas de coca en las calles. Estas son citas textuales y verdaderas de gente que me topado por acá:
  • "Ay, pero si en Tijuana no hay ley, por eso puedes fumar en los bares."
  • "Me encantan las norteñas, tan atrabancadas siempre."
  • "Y Tijuana es como que todo un prostíbulo ¿no?"
  • "Son muy gritones en el norte ¿verdad? Todos."
Pareciera que todo su conocimiento del norte se lo deben al piporro y a los Arellano Félix. Pero, por otra parte,


DAMN YOU TO HELL!



4. Los chilangos de verdad se parecen mucho a los de la tele,
y a los de las películas de Pedro Infante.
Claro que no todos, pero la mayoría. Y no solamente a los chilangos "peladitos" que dicen chiiiiiiiiidooooooo caaaaaaarnaaaaaaaal, ¡hueeeeeevooos! y (la que más odio) ¡cámara! También existen, y esto no lo creí hasta que lo vi, de verdad pensaba que era una invención de la televisa, pero no: ASÍ COMO VES A LOS FRESAS EN LA TELE, ASÍ HABLAN. Lo juro por baby jesus. Todavía no sé si la tele se basó en la gente o la gente habla como lo hacen en la tele. De cualquier manera, es igual de aterrorizante.


Los culpables de todo. Miren la cara de culpables que tienen.

5. Aprendí lo que es UN CHINGO de gente.
Puede sonar estúpido, pero realmente no lo comprenderían hasta que están aquí a las 6 de la tarde en el metro con unas nalgas sudadas en tu trasero, una bola de pelo chino en la nariz y un mocoso embarrándote su nieve en la pierna (todo esto me pasó). Necesitas aprender a hacerte inmune a
muchas cosas, como a la culpa por empujar gente, por ejemplo o a ese encantador homeless cagando a un metro de ti. Hay gente en la calle TODO EL TIEMPO, A TODAS HORAS. He caminado a las 4 de la mañana por las calles del centro histórico y hay gente como si fueran las 6 de la tarde. No importa qué hagas, a dónde vayas, siempre hay alguien ahí, haciendo lo mismo que tú. Pero youtube ilustra mejor que yo:



6. Los chilangos no saben qué pedo con la comida.
Lo siento amigos capitalinos, pero su maestría en fritangas le importa una chingada a esta norteñita atrabancada. No he probado ni una sola pizza buena desde que llegué hace 7 meses. Ni pensar en conseguir hot dogs buenos. Y creo que la raíz del problema es el método: no debería existir un hot dog con el wini hervido ni una pizza con queso oaxaca, así como no deberían existir las tortas de tamal. Peeero los chilangos no comprenden la diferencia entre lo que debería existir y lo que no. Y díganme loca, pero según yo LAS QUESADILLAS LLEVAN QUESO. Jamás me había sentido tan idiota en mi vida como cuando tuve que pedir una quesadilla de queso. Si algo está entre una tortilla y no tiene queso, se llama taco, FACKIN TACO. Queso + tortilla = QUESADILLA ¿OKEY SEÑORA DE LA ESQUINA DE DÓNDE VIVO? Otra cosa: aquí no hay carnes asadas ni tortillas de harina ni queso Monterrey Jack. Es un lugar triste y sombrío para comer.

7. No está tan peligroso como todos creen.
Claro que depende dónde y con quién andes metido, pero eso es en todos lados. No me asaltaron en cuanto me bajé del avión, ni me violan cada vez que voy al oxxo a comprar mi botella de vodka, mi pornografía y mi caja extragrande de condones. Pero supongo que es lo mismo que los que piensan que en Tijuana te dan la bienvenida con un kilo de coca. Nunca he tenido ningún percance y creo que no lo tendré mientras me mantenga alejada del señor que se sienta en una banqueta de Tepito a medianoche con un churro en una mano y una cubeta de pulque en la otra (no me pregunten cómo sé eso).




Sí, Homer sabe qué pedo.


8. En el D.F. el tiempo corre más rápido que en cualquier parte del mundo.
O eso es lo que creen todos sus habitantes. Un vecino me platicó que tenía una cita pero que lo habían dejado plantado. Antes de que me diera chanza de sentir lástima por él, agregó que la había esperado 10 minutos y se había ido. Diez pinches minutos. Cuando le señalé lo idiota que había sido no lo entendió. "No tengo tiempo de estar esperando." "¿Tenías algo que hacer después?" "No." Esa es la cosa, que realmente no tienen nada que hacer, sólo están acostumbrados a andar en chinga, todo el tiempo. Una morra que va conmigo en una clase me dejó plantada para un trabajo en equipo porque llegué 15 minutos tarde. ¿O estoy loca por pensar que es razonable esperar media hora? Digo, es mamón, pero no imposible.



Ejemplo de la idea chilanga del tiempo.


9. No es tan cierto eso de que "todo está bien bara en el D.F."
Claro, si vas por la calle y ves el letrero de "3 hot dogs por 15 pesos" dices oh mai fakin gaa, tengo que tenerlos ¡YA! Pero una vez que los pruebas se vuelve evidente la razón del precio. Es cierto que hay puestos que te venden 10 tacos por 10 pesos pero (y lamentablemente, puedo corroborarlo) son una masa amorfa y asquerosa de grasa con tortilla. Sí, puedes comprar unas chanclas por 10 pesos (y lamentablemente, puedo corroborarlo) pero a la primer pisada se deshacen. Literalmente se deshacen. Así que si quieres vivir descalzo y con diarrea violenta en tu estancia aquí, sí, todo está bien bara en el D.F.

Hay güey mira, una foto de verdad tomada por mí en el D.F. Worst tortas ever.

10. ¿Entonces? ¡Regresese a Tijuana y no esté chillando morra!
Cierto, cierto. Pero hay un pequeño detalle que me tiene aquí, un pequeño detalle que acaba de cumplir 100 años: la UNAM. Man, nunca había estado tan feliz en la escuela, ni aquella vez en el kínder que hice un gusanito con círculos de cartulina y le dijeron a mi mamá que era una niña genio. Y se pueden imaginar qué tan chingona es la UNAM para que me quede aquí aguantándome las ganas de correr a Tijuana a los brazos de mi mami.

I feel like a PRINCESS here!